DIPLOMATURA E INSTRUCTORADO EN DEFENSA PERSONAL FEMENINA


Masajes

Objetivos:


Brindar a las mujeres conocimientos y herramientas técnicas reales, prácticas y efectivas sobre defensa personal, en un programa diseñado especialmente para ser aplicado con éxito en casos de agresiones físicas de todas las índoles, en escenarios de absoluta inferioridad de condiciones.

Formar Instructores idóneos para que transmitan estos conocimientos, independientemente de su género.

Proveer, a instructores ya formados en otras actividades físicas, los conocimientos necesarios con el objetivo de que amplíen su horizonte laboral y ayuden a difundir estos programas en beneficio de las mujeres.

Incentivar a los practicantes de los deportes de combate a capacitarse, para generar nuevos especialistas.

Acreditación


La aprobación del curso se logrará teniendo un 80% de asistencia y alcanzando los objetivos en los trabajos propuestos por el docente, en evaluaciones parciales y en la evaluación final.

Una vez completados los requisitos de la cursada del Módulo 1, el egresado recibirá la Diplomatura en Defensa Personal Femenina.

Una vez completados los requisitos de la cursada del Módulo 2, el egresado recibirá el diploma de Instructor/a en Defensa Personal Femenina.

Horarios y Profesor


Horarios de cursada: Lunes de 19:30 a 21:30

Profesor: Prof. Rolando Carrizo Ortiz (y staff docente)

A todas aquellas personas interesadas en la Defensa Personal Femenina, especialmente a quienes se encuentren involucradas en la práctica y/o enseñanza de actividades deportivas en forma recreativa, amateur o profesional y estén interesadas en aprender y difundir la Defensa Personal Femenina.

LA INDEFENSIÓN

Los ataques físicos en casos de violencia intrafamiliar tienen como principales víctimas a mujeres y niños, por ser los miembros con menores capacidades defensivas con relación a la envergadura de los victimarios.
Dentro de los mismos las mujeres son quienes sufren la mayoría de las agresiones y las más graves, debido a los tipos de conflictos generados en esos núcleos familiares o en sus derivados (exparejas, etc.).
Estos actos violentos suelen decantar en arremetidas con golpes (teniendo como objetivo causar el mayor daño posible), en abusos sexuales o en ambas cosas.
En Argentina existen casos abrumadores: el INDEC presentó un informe del Registro Único de Casos de Violencia contra las Mujeres (RUCVM) en el que señala que en un período de 5 años (2013 – 2018) se consignaron 576.360 casos de violencia contra mujeres.
Se trata de datos provenientes de registros administrativos que elaboran los servicios que asisten a las mujeres víctimas de violencia basada en el género.
Más allá de que estas cifras son alarmantes por sí solas, no debe dejar de considerarse que la información del RUCVM no contiene todos los casos de violencia, sino solo aquellos informados por los organismos aportantes al INDEC.
Encuestadoras privadas han estimado que sólo entre el 20 al 25% de los casos son denunciados.
Sumado a esto, el RUCVM no incluye datos sobre femicidios, los cuales son recopilados y difundidos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La Línea 144 (Línea de Atención para Mujeres en Situación de Violencia) recibió 447.716 llamados sólo en 2018.
El 74.7% de estos llamados fueron provenientes de CABA y Provincia de Buenos Aires. Este alto porcentaje concentrado en una geografía particular enciende una alarma sobre 2 factores:
1) En el interior del país existe un manto de impunidad superior, que impide que las mujeres se animen a asesorarse.
2) Aquellas que viven en Buenos Aires tienen un alto grado de exposición.
Pero las mujeres no sólo están expuestas a ataques intrahogar; existe un gran número de asaltos sexuales producidos en distintos ámbitos cotidianos, lugares públicos, etc.
Según datos publicados por el Ministerio de Seguridad de la Nación, en 2017 se registraron 11 violaciones 31 abusos sexuales por día y, entre 2017 y 2018, el número de llamados para denunciar este tipo de ataques aumentó un 274%.
Por su parte, la Unidad de Ejecución Penal de la Procuración revela en un informe que el 93% de las víctimas de violaciones y abusos sexuales son mujeres.
Un detalle que empeora el escenario actual es que la legislación vigente impide las investigaciones que no provengan de una denuncia formal, ya que los delitos contra la integridad sexual son de instancia privada, por lo cual la justicia no puede actuar de oficio. De modo que, en los casos en que la víctima prefiere no denunciar, el victimario se mantiene impune (y es sabido que no todos los ataques son denunciados).
La problemática de violencia hacia mujeres se hizo visible en los últimos años, y las medidas judiciales para controlar las agresiones generadas por la violencia intrafamiliar (botones de pánico, ajuste de las condenas, etc.) no sólo han sido insuficientes sino que, en muchos casos, parecieron un simple adorno de un escenario con desenlace inevitable.
Las medidas de seguridad general (cámaras de seguridad, mayor presencia policial, entre otros) tampoco han funcionado para casos de intentos de abuso sexual o violación, puesto que ni siquiera disminuyó el número de casos.
Desafortunadamente los causantes de estos ataques, por lo general, tienen patologías mentales cuyos efectos no les permiten empatizar con el daño permanente que provocan en las víctimas ni hacer un juicio de valor, basado en las consecuencias judiciales que podrían recaer sobre ellos mismos, que los convenza de deponer sus impulsos violentos.
De modo que, en casos de los arranques de ira, las consecuencias legales no suelen ser un impedimento determinante y las medidas de seguridad en la calle no detienen sino agudizan el ingenio de los asaltantes sexuales.
El informe de la Línea 144 de 2018 registra que en el 71.1% de los casos los agresores no estaban bajo los efectos de alcohol ni sustancias psicoactivas que pudieran potenciar la violencia al actuar como factor deshinibidor. Este dato deja en claro que las agresiones tienden a no estar supeditadas a la obtención de productos determinados para ser ingeridos.
Con todo lo expuesto podemos llegar a la conclusión de que todas las estadísticas señalan que las mujeres están expuestas ataques bajo desigualdad de condiciones y que es entendible pero imprudente que solamente dejen su seguridad en manos de los organismos pertinentes, debido a que los mismos pueden estar ausentes en los momentos determinantes. Las mujeres deben contar con herramientas propias para poder defenderse.
LOS CURSOS DE DEFENSA PERSONAL Y LA REALIDAD
Con la notoriedad que han ganado los casos de violencia contra mujeres, proliferaron cursos de Defensa Personal Femenina basados en técnicas de artes marciales que no tienen ninguna adaptación ni aplicación para las situaciones reales que deben afrontar las víctimas.
En estos casos, la mujer es sometida a un ataque de un agresor con un estado mental de extrema belicosidad, que tiene mucha mayor fuerza, peso y envergadura y que perpetra el ataque en un lugar reducido, con el objetivo de limitar las posibilidades de escape.
Estos factores no se controlan (ni mucho menos se contrarrestan) con un golpe en la ingle o un manotazo en la cara para salir corriendo en busca de ayuda. De hecho es 99% improbable que una víctima neutralice con ataques tan simples a un agresor con las ventajas antes mencionadas.
Es importante considerar que quien planea perpetrar un ataque puede contar con las ventajas de selectividad que se describen a continuación:
- Ataca bajo un estado de agresión para lo cual la víctima, cuando es sorprendida, no suele estar preparada. Esta es la ventaja de selectividad del momento (ej: es improbable que ataque cuando la víctima en plena práctica de tiro y tiene un arma en la mano).
- Elige el lugar donde concretar su ataque, por lo que, al tratarse de un entorno seleccionado, suele no tener características que faciliten el escape. Esta es la ventaja de selectividad del lugar (ej: es improbable que ataque en un lugar amplio y concurrido).
- El tercero, y tal vez más importante, es la posibilidad del agresor de seleccionar físicamente a la víctima, de manera de asegurarse ser considerablemente más fuerte y así contar con mayores ventajas (sumados a eventualmente un arma) con el objetivo de asegurar su doblegamiento. Esta es la ventaja de la selectividad de la víctima (ej: es improbable que ataque a una víctima que no supere ampliamente en peso).
Con todos estos factores es claro entender por qué una agresión no se resuelve respuestas simples como un golpe en la ingle y un escape corriendo (y sin mencionar que casi el 100% de los ataques terminan en el piso).
LAS TÉCNICAS DE ESTE CURSO Y SU DEMOSTRACIÓN EMPÍRICA.
La Defensa Personal Femenina es compleja, pero afortunadamente existen técnicas de perfecta aplicación, las cuales han sido demostradas en el banco de pruebas más real que son los antiguos Vale Tudo de Brasil, donde se enfrentaban luchadores con grandes diferencias de peso, en combates sin límites de tiempo y en los cuales casi todo estaba permitido. Estos esnfrentamientos definieron exactamente qué servía y que no en un combate real.
Dieron por tierra las teorías y técnicas de todas las artes marciales y sistemas de defensa personal respecto a combates reales (y, en consecuencia, a defensa personal).
La razón fue tan sencilla como contundente: sus representantes no solamente eran incapaces de demostrar la efectividad de las artes marciales que representaban sino que fueron fácilmente derrotados por luchadores formados en dos sistemas casi desconocidos: Brazilian Luta Livre y Brazilian Jiu Jitsu.
A través del tiempo se presentaron los mejores exponentes del mundo de todas las artes marciales intentando defender el honor mancillado por las derrotas ante los luchadores de los sistemas brasileños mencionados, pero uno a uno sucumbieron, inclusive a pesar de participar con grandes diferencias de peso a favor.
Fue así como los Vale Tudo (antecesores de las MMA) demostraron la realidad de la defensa personal; es decir, permitieron distinguir lo que es afectivo en el 100% de los casos y separarlo de aquello que sirve sólo a veces o lo que directamente es pura teoría sin aplicación empírica posible.
¿Pero de qué manera estas técnicas tienen aplicación a un programa de Defensa Personal Femenina? Simple: si existen técnicas de un determinado sistema de combate que superan a todas las otras existentes en un testeo real como eran los Vale Tudo e, inclusive, son aplicables en casos de extrema desigualdad de tamaño y peso (como sucede en los casos de ataques a mujeres) entonces se trata de lo mejor en lo que a defensa personal real se refiere. Y esto fue testeado y comprobado.
EL PROGRAMA.
El programa que se dicta en este curso es enseñado actualmente en más de 20 países, en los 5 continentes, por los instructores de World Team (el equipo de Brazilian Luta Livre de mayor desarrollo técnico del mundo).
Está compuesto con técnicas que fueron testeadas en el mejor banco de pruebas (los Vale Tudo) y quien lo diseñó es, precisamente, el Profesor que dicta este curso. De modo que los alumnos podrán aprender un sistema de Defensa Personal Femenina que es un éxito en el mundo, que contiene las técnicas más efectivas y lo harán de la mano del diseñador del mismo.

MÓDULO 1:
- Fundamentos de la lucha en piso.
- Posiciones básicas.
- Defensas y escapes.
- Transiciones, ataques y contraataques.
- Estrangulamientos.
- Finalizaciones articulares.
- Golpes y defensas de golpes en la lucha en piso.
- Lucha en pie.
- Desplazamientos.
- Defensas y contraataques.
- Golpes.
- Derribos.
- Estrategias de aplicación.

MÓDULO 2:
- Posiciones Complementarias.
- Defensas y escapes de estas posiciones.
- Transiciones, ataques y contraataques de posiciones complementarias.
- Finalizaciones y defensas desde estas posiciones.
- Estrategias de aplicación.

Metodología:
- Cómo organizar una clase.
- Segmentación de la clase.
- Enseñanza diferenciada.
- Entradas en calor.
- Elección de los temas.
- Progresiones de cada técnica.
- Perfiles.
- Voces.
- Manejo del grupo.
- Detección y corrección de errores.
- Clasificación de los errores y correcciones de acuerdo a los mismos.

PRÁCTICA DE LA ENSEÑANZA:
- Role playing.
- Técnica de enseñanza recíproca.
- Práctica de la enseñanza de las técnicas aprendidas.

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